La cronología
histórica, la organización social y el nacimiento de las ciudades son temas que
van profundamente ligados y que tienen una diversidad de teorías.
Nicolás
Sánchez Albornoz nos explica que la forma en cómo fue evolucionando la sociedad
hasta llegar a una sociedad industrial se debió principalmente a la agricultura[1], sus innovaciones
tecnológicas y la explosión demográfica que se derivó a partir de las
condiciones dadas. La cronología histórica, a grandes rasgos, estaría dividida
por la revolución agrícola y la revolución industrial, pues “la domesticación
de las plantas supuso una revolución equivalente en sus proporciones a la que
la revolución industrial representa para la época contemporánea”[2]; los asentamientos de
población obedecerían a la agricultura, mientras más avanzada fuera la
agricultura, más densidad demográfica habría y por lo tanto las ciudades se
crearían.
Sanders
y Marino, proponen una división cronológica de la historia distinta, hablan de
períodos y etapas. “El período alude a una división temporal importante en la
cultura de un área o región”[3], los períodos se dividen
en fases y la división se debe a un cambio secundario en una tradición
estilística, término que “puede emplearse al tratar de cualquier aspecto
general de la cultura”[4]. Una etapa, sería “una
fracción temporal de historia de la cultura, caracterizada por la aparición de
rasgos y complejos culturales seleccionados”[5], es decir, están marcadas
por los cambios tecnológicos relevantes. Los autores prefieren usar un sistema
de etapas que no esté basado en los adelantos tecnológicos, sino en los
elementos antropológicos y arqueológicos. Las etapas, son propuestas por Elman
R. Service y son: Bandas, Tribus, Señoríos, Estados antiguos y Estados
industriales. Cada nivel de organización social es más complejo y denso
demográficamente. Las bandas son grupos pequeños, nómadas o seminómadas,
practican la exogamia local, son grupos de cazadores-recolectores, no hay
diferencias de rango económico o político ni especialización y, la
diferenciación social proviene del sexo y la edad. Las tribus se componen de
comunidades y conllevan a organizaciones de linaje y descendencia. Son
seminómadas o sedentarios, hay lazos de parentesco, pactos de no agresión, las
instituciones económicas son relativamente simples. En los señoríos, aparece el
principio estructural del rango que es una escala de prestigio, la sucesión de
poder es de parentesco, predominantemente hacia el primogénito, no hay grandes
grupos compuestos por personas de rango equivalente, lo que imposibilita la
estratificación de clases, la economía es redistribuidora y la estructura de
organización territorial es de centro-periferia. Los estados antiguos, tienen
elementos del señorío, sin embargo, las relaciones de parentesco no son
imperantes.
Sjoberg[6], por su parte, propone 3
niveles de organización: la sociedad primitiva, la sociedad feudal y la
sociedad industrial. La primera de ellas, es preliteraria, aún no conocen la
escritura. Las sociedades feudales, por el contrario, permiten el excedente y
la especialización y división del trabajo, surge la escritura para hacer
anotaciones sobre acontecimientos históricos, leyes, literatura y religión.
Así, pues, los progresos tecnológicos, la organización social y un medio
geográfico propicio, contribuían a la aparición de una élite y un grupo de
científicos a su servicio, lo que promovía nuevos cambios tecnológicos, y así,
fundar la ciudad industrial. “Los conocimientos alcanzados mediante la
aplicación del método científico fueron el principal factor en la génesis de la
ciudad moderna”[7].
Fried[8], hace principalmente una
distinción entre Estados originales y secundarios. Los originales son los que
nunca tuvieron intervención extranjera en su desarrollo, y los secundarios sí.
Haciendo esa principal distinción se enfoca a dar una teoría sobre la evolución
de los Estados originales, distingue 4 etapas: Sociedad igualitaria, sociedad
jerárquica, sociedad estratificada y sociedad estatal. La primera de ellas es
referente a los grupos de cazadores-recolectores, la segunda a los
asentamientos agrícolas, la tercera a los feudos y la cuarta a cualquier
sociedad estatal. La diferenciación principal que hace es la de el cambio de la
agricultura por lluvia a un sistema de riego, idea que fue planteada por
Wittfogel.
Como
podemos notar, los autores hacen mención a que las causas de la evolución social son variadas. Podemos
resumir que todos los cambios tecnológicos y culturales conllevan a una
explosión demográfica, la explosión de la demografía lleva a la transformación
de la organización de la sociedad y al cambiar la organización social, cambia
la organización política.
[1] Sánchez Albornoz, Nicolás, “La población precolombina”
en La población de América Latina desde
los tiempos precolombinos al año 2000. Madrid, Alianza, 1977, Pp. 46, 47.
[2] Ídem.
[3] Sanders, William y Joseph Marino, “Introducción” en Prehistoria del Nuevo Mundo. Barcelona,
Ed. Labor, 1973, Pp. 11
[4] Ibíd. Pp. 10
[5] Ibíd. Pp.
12, 13
[6] Sjoberg, Gideon, “El origen y evolución de las
ciudades” en La ciudad. Su origen,
crecimiento e impacto en el hombre. Madrid, Hermann Blume Ediciones, 1976,
Pp. 17 – 27.
[7] Ibíd. Pp. 26
[8] Fried, Marton H., “sobre la evolución de la
estratificación social y del Estado” en J.R. Llobera (Comp.). Antropología política, Ed. Anagrama,
1979, Pp. 133 – 154.
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